Autoridades y colectivos de búsqueda de personas desaparecidas han descubierto un centro de entrenamiento y ejecución vinculado al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco. El hallazgo ha conmocionado a la opinión pública debido a la magnitud de las actividades ilícitas llevadas a cabo en el lugar.
El CJNG utilizaba el rancho no solo como un lugar de adiestramiento, sino también como un espacio para reclutamiento forzado y ejecuciones.
Evidencia de un centro de exterminio
Durante la investigación, se encontraron cientos de prendas de vestir, calzado y notas con apodos de individuos que habrían sido retenidos en el rancho. Además, se hallaron tres crematorios clandestinos con restos óseos calcinados, lo que sugiere que el sitio fue utilizado para la eliminación de personas. Según reportes, el CJNG utilizaba el rancho no solo como un lugar de adiestramiento, sino también como un espacio para reclutamiento forzado y ejecuciones.
Relatos de sobrevivientes
Testimonios de personas que lograron escapar del lugar describen un ambiente de extrema violencia y deshumanización. Se ha reportado que los reclutas eran sometidos a entrenamientos brutales y obligados a participar en actos violentos. Además, se han documentado casos de personas que fueron atraídas bajo falsas promesas de empleo y posteriormente forzadas a integrarse a las filas del cártel o enfrentar consecuencias letales.
El caso del Rancho Izaguirre ha puesto en evidencia la brutalidad con la que operan las organizaciones criminales.
Acciones de las autoridades
En septiembre de 2024, una operación policial resultó en la liberación de dos personas y la detención de diez individuos, además del decomiso de armas de alto calibre. Sin embargo, no fue sino hasta marzo de 2025 cuando se descubrió la verdadera magnitud de las operaciones en el rancho. Desde entonces, se han realizado varias detenciones, incluyendo la captura de José Gregorio Lastra, presunto líder del CJNG vinculado al sitio.
Impacto en la sociedad
El caso del Rancho Izaguirre ha generado una ola de indignación y ha puesto en evidencia la brutalidad con la que operan las organizaciones criminales en la región. Familiares de personas desaparecidas continúan exigiendo respuestas y justicia, mientras que las autoridades enfrentan el desafío de desmantelar estas redes delictivas y garantizar la seguridad en la zona.
Este hallazgo refuerza la urgente necesidad de fortalecer las acciones contra el crimen organizado y brindar mayor protección a las comunidades afectadas por la violencia en Jalisco y el resto del país.
